
La ciudad de Linares, ubicada en el corazón del Maule, se transforma cada enero en un vibrante punto de encuentro, en parte gracias al impulso del torneo internacional de futbol infantil, Linares Cup, que atrae a cientos de visitantes durante una semana.
Linares ofrece una riqueza turística que encanta a los visitantes. Entre los imperdibles está la Reserva Nacional Los Bellotos y Pozones Naturales de Embalse Ancoa, hogares de especies nativas, agua pristina y un entorno ideal para el senderismo y fotografía. Para quienes buscan un descanso relajante, las Termas de Quinamávida y Panimávida ofrecen aguas termales rodeadas de paisajes idílicos a sólo minutos de la ciudad.
El Santuario de la Naturaleza Achibueno, con sus ríos cristalinos y bosques, es otra parada obligada para quienes aman la aventura al aire libre y paisajes de inconmensurable belleza. Además, la Plaza de Armas, con su bella Catedral, invita a los paseos familiares para luego visitar el comercio en pleno centro.
Durante Linares Cup, muchos asistentes aprovechan para recorrer estos lugares, disfrutando de una experiencia que combina deporte y turismo. “Es una ciudad maravillosa. Ver los partidos de los niños y luego explorar la cordillera es inolvidable, porque de donde venimos todo es llano y a los chicos les fascinó estar rodeado de montañas y el río en sector Peñasco, lugar en que nos quedamos”, comenta un visitante argentino.
El torneo no solo impulsa el fútbol, sino que también posiciona a Linares como un destino turístico de primer nivel, destacando su encanto natural y su cálida hospitalidad.