
Linares Cup no solo es un torneo de fútbol infantil, es una experiencia inolvidable para los padres y aficionados que acompañan a los jóvenes talentos en esta gran cita deportiva. Durante los días de competencia, el Estadio Tucapel Bustamante Lastra se transforma en un punto de encuentro familiar donde la emoción y la camaradería son protagonistas.
“Es impresionante cómo este torneo combina la organización impecable con un ambiente familiar. Cada detalle está pensado para los niños y sus familias”, comenta Claudia Rojas, madre de una jugadora de 12 años.
El nivel de competencia también se roba los aplausos. “Ver a chicos tan pequeños jugar con tanta pasión y destreza es inspirador. Aquí no solo se juega fútbol, se viven sueños”, expresa Pedro Martínez, quien asiste todos los días con su hijo de 10 años, desde Talca.
Más allá de los partidos, el evento ofrece actividades recreativas, conocer lugares y stands de comida que convierten cada jornada en una fiesta. Para muchos, Linares Cup es más que un torneo: “Es una oportunidad para recorrer la zona, con una cordillera maravillosa, conocer familias de otras ciudades, apoyar a nuestros hijos y disfrutar de este deporte que nos apasiona”, añade Rosa Díaz, oriunda de La Serena y abuela de un pequeño futbolista.
Con opiniones como estas, queda claro que la Linares Cup no solo destaca por su calidad deportiva, sino también por la experiencia inolvidable que brinda a todos sus asistentes.